Mis ojos duelen...
El parpado inferior molesta,
como un muro de contención
que no permite al agua salir.
Y ahí está, la causa de tanta agua reprimida,
de tanto tiempo siendo fuerte
evitando llorar en frente a la gente.
Mi cabeza duele...
Mi mente molesta,
como un acumulador de rabia e impotencia,
que no permite la ira salir.
Y ahí está, la causa de tantas peleas calladas
de tantos gritos a mi alrededor
evitando gritar pero quedando aturdido.
Mi cuerpo duele....
Mis sentimientos molestan,
como algo grande en un empaque pequeño
que evita el hacer cosas peligrosas.
Y ahí está, la causa de tanta mierda vivida,
de tantas decepciones seguidas
evitando obtener más.
Para causar daño, no solo necesitas del tacto
para causar daño, solo basta con hablar
y destrozar...
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