Tomé el último impulso necesario
para no continuar colgando
y te gritaba "resiste",
te sobraban las ganas.
Éramos tú y yo en la soga
sobre una caída muy larga,
y a medida que lo hacía,
y a medida que subía
veía mejor tu cara,
escuchaba mejor tus palabras.
Fueron esos gestos,
fueron esas máscaras,
las que salieron a flote
mientras me acercaba.
Recordando momentos,
toques y miradas
¿significará algo de verdad en tu mente?
Solo era una tortura,
llegué al borde de la locura,
¿es justo seguir viviendo dando amor por sufrimiento?
Y aquí solo habla el terco
y actúa el sabio,
solté mi soga
y caí libre contra el viento...
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